Si alguna vez dudas de la vida, sólo necesitas pasar un rato cuidando un jardín. Verás una gran diversidad. Dondequiera que mires habrá algún evento dinámico en curso. El olor de la tierra húmeda es extrañamente conmovedor, la vista de los árboles creciendo maravillosamente atractiva. No importa qué tan bien cuidado esté un jardín, hay constante entropía y desorden. Eso está bien. Así es como se supone que sea. Nuestros esquemas y nuestra estética son imperfectas. Nuestras mentes no pueden comprender la diversidad de la naturaleza. Dejemos que la naturaleza tome su curso variegado. La variedad es vitalidad.
Deng Ming-Dao

martes, 24 de enero de 2012

Para la primavera


En septiembre plantamos habas, en el lugar donde este verano habían estado los tomates, y aunque existe una norma según la cual, no se deben plantar habas en el mismo sitio hasta que no pasen 3 años, no estoy segura de cuando fue la última vez que se plantaron aquí.
En todo caso, las plantas ya están algo crecidas, como se puede ver, a ver si en llegando la primavera tenemos una buena cosecha, y además, de paso, el huerto se prepara para las próximas siembras ya que las habas son especialmente adecuadas para ayudar a enriquecer la tierra, facilitando con sus raíces el trabajo de niveles más  profundos de la tierra, y enriqueciendo esta con sus aportes de nitrógeno. 

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